viernes, febrero 23, 2007

El "Telecommuting" como ahorrador de energía

Hace unos días me llegó por correo el artículo que hoy les transcribo que tiene que ver con el Telecommuting como una opción para ahorrar energía. Aunque en Venezuela quizás no tenemos el problema del precio de la gasolina que tienen otros países, y ésto podría verse como un tema poco importante, no estamos exentos de lo que está ocurriendo en el planeta con el calentamiento global, y tenemos graves problemas de tránsito -especialmente en las grandes ciudades- por lo que una opción como ésta puede resultar interesante. Por otra parte, y relacionándolo con el tema de este blog, el teletrabajo representa una forma alternativa de contratación para aquellos empleados que tienen restricciones para estar presentes en el sitio de trabajo, siempre que -claro está- la naturaleza del empleo así lo permita.

El artículo original en inglés apareció en el Editorial de The Christian Science Monitor el primero de febrero, y en el sitio web de Noticiero Digital apareció una traducción libre que es la que a continuación les transcribo.

"Sustitución petróleo: El "telecommuting" ahorrador energía
Traducción libre

The Christian Science Monitor
Editorial

EL "TELECOMMUTING" * COMO AHORRADOR DE ENERGIA
Feb.1, 2007

De todos los cambios resultantes de la tecnología digital, el más dramático es el de la nueva idea de un lugar de trabajo. Gracias a aparatos tales como los computadores portátiles inalámbricos, se pueden ahora hacer, casi en cualquier parte, trabajos no manuales, en la casa, en el vehículo o hasta sentado en un banco en el parque.

Esta nueva libertad de trabajo, manejada adecuadamente tiene el poder para transformar los negocios, el gobierno y la vida en el hogar. Los “telecommuters” – aquellos que trabajan en casa o en la vía, sin oficina alguna – ahora se cuentan entre 28 y 32 millones, de acuerdo con algunos estimados, aunque su número exacto es difícil de determinar. Cualquiera que sean sus números, ellos se desarrollan profesionalmente basados en los mensajes de texto, la videoconferencia o cualquiera de los últimos avances en las comunicaciones electrónicas.

Recortar el viaje de ida y regreso de la oficina a la casa, lo cual promedia unas 23 millas, puede ahorrar unos 1.000 US$ en gasolina y evita emitir a la atmósfera unas 6.000 libras de dióxido de carbono.

Este pequeño paso que cada persona hace puede reducir lo que el Presidente Bush denomina como la “Adicción de América al petróleo”.

Recientes sesiones en el Congreso se han concentrado en el “telecommuting” el cual es una manera de enfrentarse al tráfico, terrorismo, dependencia del petróleo y calentamiento global. Algunos participantes han comentado que empleados remotos hacen posible que las oficinas sigan operando durante severas tormentas de nieve, ataques terroristas u otras emergencias.

El “telecommuting” ayuda a algunos padres a balancear mejor su carrera y su familia. Permite que los trabajadores de mayor edad pospongan su jubilación y le den a los residentes rurales más opciones para ganar dinero. Al mismo tiempo se amplían las oportunidades de trabajo para los minusválidos.

Los partidarios citan otros beneficios, tales como la productividad incrementada y una mayor satisfacción del empleado. El “teleworking” también representa una manera alternativa para la contratación externa (“outsourcing”). Un representante del servicio al cliente basado en su hogar puede actuar como un centro de llamadas de una sola persona. Las estadísticas se estiman se triplicarán para el 2010.

A pesar de estas ventajas, quedan por resolver muchos aspectos. Los “telecommuters” que trabajan para un empleado en el estado de Nueva York pero viven en cualquier otra parte pudieran enfrentar dobles impuestos si su estado también exige impuestos a los ingresos. Y la oficina móvil requiere mayor confianza entre trabajadores y supervisores.

Algunos de los candidatos a “teletrabajadores” pudieran encontrar resistencia de gerentes escépticos que insisten que “si no te puedo ver el blanco de tus ojos, tu no estás trabajando”. Los trabajadores remotos entienden la importancia de colocar en el tiempo regular “frente a frente”, no sólo para romper el aislamiento sino también para mantener buenas relaciones con jefes y colegas. Los gerentes pueden ayudar creando guías de orientación para medir el resultado y la productividad de los “telecommuters”, manteniendo relaciones saludables, y gerenciando creativamente el flujo de trabajo. Muchos “teletrabajadores” encuentran que ellos necesitan un nuevo tipo de auto disciplina, tanto para mantenerse focalizados y, como muchas veces ocurre, para evitar trabajar demasiado.

Para muchos trabajadores, una carrera exitosa no siempre significa marcar tarjeta en el reloj, atándose a un cubículo cada día, o vistiéndose con un armario de ropa para el éxito.

Mientras legiones de “teletrabajadores” están demostrando, las reuniones se pueden llevar a cabo remotamente y un excelente trabajo se puede hacer en sitios inesperados como en horas no convencionales, tanto en la mesa de la cocina usando ropa de casa y pantuflas a las 10 de la noche. Esta es tan solo una de las maneras de ayudar a refrescar el planeta.


* “Telecommuting” significa trabajar fuera de la oficina con un enlace inalambrico con la oficina central. Los trabajadores correspondientes se denominan “teletrabajadores” (“teleworkers”)

Fuente: "Telecommuting as energy saver", The Monitor's View , The Christian Science Monitor, Thu Feb 1, 3:00 AM ET

http://www.csmonitor.com/2007/0201/p08s02-comv.html"

1 comentario:

Anónimo dijo...

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